Nano Bor (55 años) animador stop motion autodidacta y neurodivergente: "Animar es mi cable a tierra"

24.08.2025

Amar el stop motion y comenzar a animar a los 50 años. Ser autista y descubrirlo a los 54. Nano Bor es el autor de 'Oniris' un corto animado multipremiado en Argentina y el mundo. Una obra que le permitió conectarse con su niño interior y comprender mejor su condición. Una historia con la que pudo llegar a mucha gente y atreverse a seguir compartiendo el universo de su imaginación. 

"Animar pequeñas historias humanas... Disfrutar de cada paso y crear un mundo de cero..." Nano Bor (Mariano Bordón) disfruta como un niño pequeño cuando se sumerge en el proceso de la animación stop motion. "Autodidacta y neurodivergente", se define en las redes donde va compartiendo el recorrido de su cortometraje 'Oniris' con más de 20 premios, a la vez que nos abre la ventana al proceso de su nueva obra audiovisual. 

La pasión por esta técnica se manifestó en pandemia "casi de casualidad", pero la recuerda desde muy chico. "Me acuerdo que jugaba mucho antes de que pudiese leer y escribir. Y me encontraba haciendo maquetas y haciendo representación como que filmaba las cosas. Como que filmaba mis maquetas, o armaba set, o armaba con mis muñecos, con mis juguetes. Y armaba puentes, y armaba autopistas. Entonces, inconscientemente, siempre traje conmigo eso", sostiene Nano. 

Entrenador físico profesional, empleado administrativo y animador en su tiempo libre, convierte su comedor en un estudio donde las maquetas son cada vez más grandes, como las ganas de que sus "historias sencillas" lleguen a mucha más gente.

Comencé con la animación stop motion de casualidad, fue en pandemia. Porque... Siempre tuve la curiosidad de filmar y de editar, sobre todo de editar. Y en pandemia, viste que uno como que empezó a buscar, a revolver en el baúl. Y un día empecé con ganas de hacer cortos dentro del departamento, dentro de mi casa. De hecho hice un par de cosas. Uno lo publiqué, pero nada, son un minuto y medio, son cortos muy sencillos. Y un día estaba editando, qué sé yo, y se me ocurrió hacer un chiste con un muñeco. Y no sé por qué me llamó la atención. Quise hacer como una especie de gags, viste, con un muñequito. Y me gustó y empecé a... Lo repetí, lo repetí, lo repetí. Y en un momento me encontré haciendo varias tomas y haciendo cosas un poquito más elaboradas. Y una cosa me llevó a la otra y acá estoy. ¡Qué bien! Pero nada, empecé con mi celular y este muñeco que te cuento. O sea, nada, con nada. Ni luz, ni nada. Luz natural, no tenía absolutamente nada.

"Cuando nos gusta un tema le dedicamos demasiado tiempo a esas cosas"

No fue hasta el 2024 que se enteró de su condición de autista y el diagnóstico le ayudó a comprender muchas cosas que antes lo hacían sentirse incómodo, estresado y hasta culposo. 

"Y entendés un montón de cosas. Porque a lo largo de todos estos años siempre tuve la sensación de que estaba fuera de lugar. Que es lo que más o menos creo que le pasa a la mayoría. Y sobre todo el no entender las interacciones cotidianas. Eso me generaba y me genera mucho estrés. Porque todo el tiempo trato de interpretar eso y me genera mucha ansiedad y mucha energía. Invierto mucha energía en tratar de entender algunas cosas. Y a veces no está bueno porque no sabes si fue un doble sentido... Si es simplemente lo que te dijo, si es literal, si no es literal. A veces es complicado...", reflexiona Nano. 

La actividad física y animar, son su "cable a tierra". Para ser entrenador estudió en Ferro. "De hecho, yo entreno hace casi 40 años. Es lo único que mantuve estable y, de alguna manera, me ayudó a canalizar un poco mi energía. Y es como que es mi espacio. Yo, cuando entreno, es mi momento, mi espacio. Me pongo los auriculares, escucho mi música, hago todo lo que tengo que hacer y me voy. Porque, generalmente, en los gimnasios ves que la gente va a socializar y yo trato de hacer todo lo más rápido posible y entrenar y enfocarme en lo que estoy haciendo e irme rápido. Y hace casi 40 años que entreno y, de alguna manera, pensé que, en algún momento, hecho eso, podría ser un trabajo que pueda vivir de eso. Y surgió la posibilidad de estudiar en Ferro y lo hice, la verdad que lo hice porque es algo que me gusta mucho. Y, aparte, cuando nos gusta un tema, es como que le dedicamos demasiado tiempo a esas cosas", subraya sobre su condición.

Por un lado fue una tranquilidad. Por el otro lado, empezás a pensar, ¿qué hago con esto? ¿Cómo puedo manejarme? ¿Cómo puedo hacer para que sea más llevadero con el entorno que convivís? Pero por el otro lado sí, fue un alivio. Y el pensar, es muy loco porque la persona que no sabe que tiene este tipo de condición, calculo yo que, o por lo menos me pasaba a mí, se siente culpable todo el tiempo. Porque pensás que estás fuera de lugar todo el tiempo. Como no encajas, siempre algún gesto, alguna palabra, siempre quedás fuera de lugar. Entonces la gente lo toma como que sos antipático, que sos cortamanbo, que sos un montón de cosas. Y en un punto te genera culpa porque no es que estás solo en la vida. Tenés una familia, tenés un montón de conexiones que de alguna manera afecta a eso. Entonces todo eso me generaba un poco de culpa... Ahora esa culpa no está tan presente, pero me sigue... No es que me preocupe, pero sigo pensando en eso todo el tiempo.

El 'masking' es uno de los temas que afecta mucho a los adultos autistas, según Nano. Y sobre eso explica que en su caso el "enmascaramiento" fue una etapa que pasó y sufrió por unos 15 años, hasta los 32 años aproximadamente. "Supongo que el instinto de supervivencia el que te hace buscar referentes en los demás para imitar y sentirte mas 'normal', pero no siempre uno copia lo mejor de esas personas, a veces tomás cosas que van en contra de lo que sos realmente y eso crea dos problemas, uno es que genera un conflicto interior que crece a medida que pasa el tiempo y llega un punto que no te reconoces y el otro problema es que la gente ve a una persona que no sos. Cuando llegas a darte cuenta de todo eso es muy difícil sacarse todas esas capas y volver a ser consecuente con tu esencia, es un proceso muy doloroso pero necesario si uno quiere ser y vivir de forma honesta con uno mismo y con los que te rodean y querés", reflexiona sobre su experiencia.

Lo que siento al crear un stop motion, es muy loco porque el hecho de poder crear primero todo un mundo con tus manos, con diferentes materiales, y el poder contar una historia es como un cable a tierra también. El poder contar, el poder expresar una idea, por más que no sea muy cinematográfica o no sea muy profesional, estás compartiendo algo tuyo de una manera artística con el resto de la gente. Eso es muy gratificante, es muy gratificante.

Y por el otro lado, me pasó algo muy loco con Oniris, con el corto este que está en festivales, que Oniris para mí fue como un quiebre, porque afortunadamente anduvo muy bien, la verdad que anduvo bastante bien y a raíz de este corto conocí un montón de gente. Y ahí entendí que lo que hago puede ser algo mucho más masivo y que está bien lo que estoy haciendo. Es como una especie de reconocimiento, pero no el reconocimiento de los premios en sí, sino el hecho de que lo que puedo hacer puede llegar a más gente y que le pueda interesar y que puedo generar algo más elaborado.

Eso me dio esa sensación, entonces por eso Oniris fue un antes y un después. Por eso me animé a hacer este corto que estoy haciendo, que un poco me fui de escala, porque yo todo lo que hago lo hago en la mesa del comedor, entonces hacer una maqueta de un metro sesenta es como que en un punto dije, estoy loco porque no tengo tanto espacio, no tengo tanto tiempo, tengo que armar y desarmar todo el tiempo, entonces... Pero un poco este corto que está ahora me dio pie y me dio la confianza como para poder hacer algo un poco más... Con más producción y un poco más elaborado de lo que estaba haciendo hasta ahora. Todavía no tiene título, pero habla un poco de mí, que en realidad todos los cortos que hice hasta ahora hay una parte mía, hay una parte de la historia mía, así que está todavía en producción, me falta más de la mitad del corto así que... Pero básicamente habla de mí.

"Sandra es como mi primer fan, siempre me dice que lo que hago es increíble"

Nano tiene un trabajo como empleado que "paga las cuentas", no es su lugar favorito en el mundo, pero en casa encuentra sentido a todo, donde su mujer Sandra es su gran fan. Todos los roles de su próxima obra los realiza solo y por eso todavía no tiene fecha de estreno estipulada. Va saliendo como puede. 

"Es complicado ponerme un plazo, no es que tengo un programa de filmación como tienen los estudios. Acá depende el fin de semana, depende... porque nosotros también tenemos una vida familiar y tenemos también una casa donde vivir. Afortunadamente Sandra es como mi primer fan, siempre me dice que lo que hago es increíble, que está genial. Entonces también está bueno porque tenés a alguien que te apoya, pero no puedo condicionar la vida de mi familia por todo lo que estoy haciendo. Entonces trato de hacer un equilibrio entre lo que me gusta, lo que puedo hacer y la vida familiar. Así que no tengo un plazo de tiempo, trato de filmar cuando hay un feriado, trato de aprovecharlo...", detalla su rutina el animador de 'Oniris'.

El premio más lindo fue en Argentina, en FECIMU, fue el más lindo, porque estuve ahí. En realidad no iba a ir, porque dije, reunión, mucha gente, no voy, y nada, me convencieron, qué sé yo, fui, vamos a ver qué onda, y realmente no pensé que iba a ganar, y fue mucha emoción.